Tenía una extraña sensación en el cuerpo que provocaba que no puediera parar de sonreír. Creo que lo llaman... estar enamorado, o algo así.
-¡Mira este vestido!-Gritaba Cath a cada cinco segundos.
-Cath... No me gusta ninguno. Tiene que ser PERFECTO.
-No seas tan tiquismiquis.
-¿Qué me has llamado?
-Ti-quis-mi-quis.-Dijo mi amiga con tono de burla.
Le pegué un codazo y nos reímos. Pero yo lo decía de verdad. Mi vestido tenía que ser perfecto.
-¡Mira este!-Gritó de nuevo.
-Mmm... ese si es bonito.
-¡Ves! ¡JÁ! yo siempre tengo la razón...
-Vale... ¿De que estamos hablando? ¿Desde cuando hemos empezado a cuestionar que tu no tengas la razón?
-Pues... no lo sé.
-Voy a probármelo.-Dije mientras buscaba uno de mi talla y entraba al probador.
Me gustaba. Era de mi estilo.
-¡Estás guapísima!-Dijo mi amiga cuando salí para que me viera.-Ese es el PERFECTO.
Tras mirarme en el espejo otras cincuenta veces, decidí comprármelo.
Después buscamos unos zapatos y volvimos a casa.
-Recuerda, busca unos complementos PERFECTOS.-Dijo Cath mientras nos despedíamos.
-Sí, estáte tranquila.
-Contigo es imposible estar tranquila...
Cuando me desperté a la mañana siguiente, no podía esperar más. Necesitaba ver a Alex.
-Hola, Daph.-Dijo él apareciendo a mi lado en la puerta del instituto.
-Hola, Alex. ¿Preparado para mañana?
-Eso creo... Ya tengo en regalo perfecto para ti.
Parece que los dos buscábamos la perfección...
-Pues yo sigo sin saber que regalarte...
-Y no lo sabrás nunca.
-¿Qué insinúas?
-Que no te lo pienso decir.
-¡No seas malo! ¡Dímelo!
-Es que...-Empezó él.
Entonces, cómo no, apareció Cath gritando:
-¡Daphne! ¿Sabes qué?
-Sí, que eres una inoportuna.
-Vaya... Lo siento, de veras... ¡Es coña! ¡Me da igual!-Me agarró de la mano rápidamente y me alejó de Alex. ¡NECESITABA SABER LO QUE ÉL QUERÍA!
-Cath, estás empezando a cabrearme.
-Lo siento, es sólo que ese chico no me gusta. Oculta algo. Estoy segura.
-Catherine White, cómo no me sueltes ahora mismo y me dejes ir con él, dejaré de hablarte. Empiezas a ser un poco plasta.
-¡Estás obsesionada con él!
-¡Eso no es cierto! Sólo que... creo que estoy enamorada. Y no me gusta nada que tu me hagas esto constantemente.
-Tienes razón...
-Además, ¿Que pasa con Dylan Greek? ¿Por qué no vas nunca con él? Y.... Espera un momento, ¿Acabas de decir que tengo razón?-Pregunté incrédula.
Mi amiga asintió, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su clase.
-¿Ha pasado algo malo?-Me preguntó Alex en clase de arte.
-No... creo o... más bien espero que no. A Carth no le gustas demasiado. Dice que ocultas algo. Menuda tontería...
-Tu amiga tiene razón.
-...¡¿Es que no sabe meterse en sus propios asuntos?! Espera un momento, ¿Acabas de decir que tiene razón?
Alex asintió.
-Vale, me está empezando a dar la sensación de que yo NUNCA tengo la razón. Haber, ¿Qué puñetas ocultas?
-Es que... no te lo quiero decir.
-¡VENGA YA! ¿Es que está el mundo en contra de mi? Dímelo.
-Pero si te lo digo me tratarás de otra manera...
-Prometo que no cambiará nada.
Tras pensárselo unos segundos dijo:
-Prefiero decírtelo mañana, después del baile.
Bufé, pero acabé aceptándolo.
-Ahora dime, que quieres que te regale.
-¡NO TE LO VOY A DECIR!-Dijo riéndose.
----------------
Siento haber tardado tanto en subir... :S es que tuve muchos exámenes y no tenía tiempo.
Muchíisimas gracias por vuestros comentarios o simplemente por seguir mi blog :) Hacéis que escribir aquí merezca la pena.
Bss OsQ!*